Sin IA no hay futuro

por | Oct 16, 2024

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Hace poco escuchaba a James Cameron, quien escribió «Terminator», decir que va a ser muy difícil de ahora en adelante escribir películas de ciencia ficción, pues desde ese momento hasta que salgan al público pueden pasar 3 años, tiempo en el cual la realidad ya ha podido superar la trama de la película.

¡Y no se equivocó!

La inteligencia artificial, una tecnología en constante evolución e innovación, ha resultado en el surgimiento de nuevas habilidades e incluso ha acelerado el desarrollo de otras tecnologías igual de disruptivas que prometen resolver muchos de los problemas que aquejan a la humanidad.

En ese orden de ideas, resulta imperativo que las personas, las empresas y los Estados adopten herramientas de inteligencia artificial para ser más productivos y eficientes. Si no lo hacen no podrán ser competitivos en un mundo que está a punto de masificar esta tecnología.

Elon Musk lo entendió hace mucho tiempo. El pasado 10 de octubre  presentó 3 nuevos productos que promete se lanzarán al mercado masivo en el 2026: un taxi, un bus y un robot humanoide. Salvo el último, son medios de transporte que todos conocemos y usamos a diario; lo novedoso es que se manejarán solos. ¡Son autónomos! Ni siquiera tienen volante y pedales, que son los elementos necesarios en la conducción tradicional.

Si bien existe un sinfín de empresas en el mundo que ya se encuentran probando en las calles este tipo de vehículos, lo novedoso que promete Tesla es el uso de sistemas de IA (machine learning) en lugar de sensores, que permitirán al software procesar todos los datos que obtiene en el día a día y de su dueño para aprender, con menos margen de error que los humanos, normas de tránsito, rutas, identificación y mitigación de riesgos y demás habilidades de un conductor estrella. Aquí la inteligencia artificial hará toda la diferencia.

Y qué decir del robot. Aunque su existencia ya ha sido prevista por modelos, su capacidad para realizar multiplicidad de tareas complejas solo será posible de la mano de la IA.

No obstante tras haber caído un 10% las acciones de Tesla al día siguiente de la presentación, básicamente porque Musk no dio muchos detalles sobre la tecnología detrás de sus productos, yo seguiría apostándole a empresas de este tipo. Seamos realistas, ¿quién contaría sus mejores ideas al público en general? (Yo tampoco daría detalles de una tecnología que se masificaría en poco más de un año. No le voy a dar mis secretos a la competencia.)

Ahora bien, el respaldo al desarrollo de las tecnologías soportadas en sistemas de IA no puede implicar que los Estados y la ciudadanía nos dejemos deslumbrar e ignoremos los riesgos inherentes a ellas. Al tiempo que promovemos estas tecnologías debemos exigir que se garantice su desarrollo y uso responsables, con respeto a los derechos humanos y con los más altos estándares de ciberseguridad.

La realidad del futuro va a superar la imaginación, pues lo que imaginamos que podría suceder, muy seguramente ya está siendo desarrollado por algún líder de la tecnología mundial.